Un pedacito de Venezuela en La Rioja
Nunca habíamos probado la comida venezolana, una gastronomía que bebe del mestizaje de Europa, África y los propios pueblos indígenas venezolanos. Son típicos sus platos elaborados con cereales (arroz y maíz principalmente) o la patata, batata y la yuca; así como las carnes de pollo, vaca y cerdo. Hace unos días nos animamos a ir a Melao, un restaurante informal de comida de Venezuela en Logroño, La Rioja.
Lo primero que nos sorprendió fue la amabilidad de los dueños, una pareja venezolana sonriente y voluntariosa que nos explicó los principales platos y nos recomendó qué pedir.
Para empezar optamos por unas papas arrugadas con mojo palmero, se trata de patatas guisadas al estilo canario y bañadas con mojo de pimientas traídas de la Isla de la Palma, en Canarias.
Seguimos con los denominados «tostones», aplanados de plátano macho verde acompañados de carne mechada, guacamole y queso blanco y rallado. Nos gustaron mucho, originales y sabrosos.
Como aperitivo la próxima vez que volvamos a Melao probaremos los famosos tequeños, unos deditos de queso blanco de vaca acompañados en salsa de maíz; las arepitas con queso y nata o el plato de queso al estilo palmero, queso fresco de cabra al grill con mojo palmero, mermelada de higo y mojo verde.
Arepas y bocadillos venezolanos
Fuimos un grupo de tres amigos y cada uno elegimos un plato principal diferente. Entre los famosos bocadillos venezolanos elegimos el «Nirgua», un delicioso bocadillo de pan deli, pernil horneado, cebolla caramelizada, tomates y queso mozarella. Las raciones son muy grandes y nos resultó imposible terminarlo.
El siguiente bocadillo fue el llamado «Valles de Aroa», elaborado con pan deli, finas tiras de ternera, cebolla caramelizada, aceitunas negras, rúcula y queso de cabra. Un bocado muy rico también. Ambos bocadillos estaban acompañados de patatas fritas caseras.
No podíamos dejar de probar las famosos arepas venezolanas, una masa de harina de maíz de forma redondeada cocida a la plancha. Elegimos la arepa rellena de aguacate y queso, rica aunque nos resultó un poco pesada.
Por último, destacamos que el precio fue muy asequible, incluyendo bebidas (probamos unas típicas cervezas venezolanas) no alcanzamos los 12-13 € por pareja. Sin duda, un sitio para volver.