La plaza de Olavide de Madrid se ha convertido en un «must» del cañeo y tapeo en Madrid. Durante todo el año, en cuanto las temperaturas acompañan, las terrazas de esta céntrica plaza del castizo barrio madrileño de Chamberí se llenan de grupos de amigos que se entregan a las cañas, tintos de verano y las tapas.
A nosotros siempre nos ha gustado quedar con nuestros amigos allí, nos encanta el ambiente, aunque es cierto que últimamente se respiran aires de «postureo» que le están empezando a quitar la esencia.
Tapas y cañas en Olavide
Si hay algo típico en el terrazeo de Olavide es quedar a última hora del día y pedir unas cañas con el «combo» que ofrecen algunos bares, que consiste en una tortilla con pimientos y una ensalada, un básico que sirven, por ejemplo, en La Matrinense.
En esta ocasión, decidimos repetir visita a un lugar del que guardábamos buen recuerdo: Casa Puebla. En uno de esos días raros de julio en Madrid en los que el calor aprieta pero no ahoga, nos sentamos en la terraza. La carta podría ser la típica de un chiringuito de playa, desde los boquerones en vinagre, la ensalada, la oreja, la ensaladilla rusa hasta la mítica ensaladilla rusa. En las fotos os mostramos nuestra elección: Brandada de bacalao, lo único destacable; patatas bravas, bastante malas y croquetas de jamón congeladas
Ubicación vs calidad
En Casa Puebla también sirven las típicas tostas y elegimos una de tortilla de patata con tomate aliñado, otra de gulas de Aguinaga con gambas y una última de ventresca con pimientos, cebolla y tomate. Todas ellas muy normalitas.
En cuanto al precio, el importe fue de unos 16 € por persona, lo que nos parece un poco daro y demuestra que, una vez más, se paga la ubicación del establecimiento más allá de la calidad del producto.
