Escapadas y Viajes

Salamanca… ¡para llevar!

Salamanca, siempre Salamanca. Todos los que allí hemos estudiado es algo que llevamos grabado a fuego en nuestro recuerdo. Un cajón en la memoria en el que guardamos cada pequeño rincón de la ciudad que nos llevamos con nosotros, desde el día en que dimos nuestro primer paso en sus calles, hasta que dejamos la última huella imborrable al paso del tiempo. Y así es como la hemos vuelto a encontrar: fresca, hermosa, elegante, escenario improvisado, siempre preparada, multicolor, dispuesta a todo, imparable, inasequible al desaliento, eterna.

Plaza Mayor de Salamanca

Quienes hemos pasado unos años de nuestra vida allí conocemos cada secreto guardado entre sus calles empedradas pero, ¿qué se debe ver en Salamanca en un fin de semana? ¿Qué ruta seguir, qué bares se han de visitar, cuáles son los rincones gastronómicos “con encanto” de esta ciudad castellanoleonesa? Hemos hecho una selección de lo que alguien que pase por la cuna del Tormes debe saber, una guía rápida de barras de bares que bien podría ser titulada “Salamanca para llevar”.

Ruta de caña y tapa en Salamanca

Tras una intensa mañana pateando el centro, visitando la catedral nueva y la vieja, la Casa de las Conchas, la Clerecía, y encontrando la rana en la fachada de la plaza de Fray Luis de León, llega el turno de catar la gastronomía local.

Muchos nos han aconsejado que no faltemos a la tradicional ruta de las tapas en los bares charros pero, ¿por cuál decantarnos? Aquí tenéis algunas recomendaciones:

El Bambú: una apuesta segura entre los estudiantes que disfrutan su carrera en la ciudad y entre los visitantes asiduos. Donde la estrecha y antigua calle Prior deja paso a la preciosa plaza Mayor, unas escaleras bajan hasta la cuna de los pinchos.
bar bambu salamanca

Allí se despliega una larga barra repleta de tortillas, sándwiches variados, tostas de anchoas, queso, cangrejo, salmón ahumado, rulo de bacon con espárrago, gambas con ali oli… y cada día una buena paella o arroz que servirán en forma de tapa con un caña muy bien tirada.

Siguiendo la ruta y ya sumergidos en la Plaza Mayor, en uno de los soportales nos esperan unas escaleras que en esta ocasión suben hacia uno de los bares con más solera.

De tapas en Salamanca

El Mesón Cervantes hace honor a Castilla, en nombre y en gastronomía. Su especialidad, las tortillas rellenas de mil y un sabores que cientos de estudiantes degustan rodeados de turistas. Otras elecciones pueden ser el pastel de boca de mar con salsa rosa, el revuelto de gulas o los huevos rotos con jijas, chorizo o jamón serrano. La opción de caña con tapa o sin ella, de tapa con caña o sin ella, hace aún más variada la elección.

Ambos restaurantes, además de una gran selección y surtido de tapas, ofrecen sus mejores vinos y carnes, especialidad de la casa y de la Ribera del Duero, todo un reclamo que valoran los amantes de la buena gastronomía.

Barra de Casa Vallejo, en SalamancaCasa Vallejo 2 Barra de Casa Vallejo, en SalamancaDejando atrás la Plaza Mayor y bajando hacia el mercado, en la calle San Juan de la Cruz encontramos una mítica hostería que cuenta con una de las barras de bar más visitadas de Salamanca. Casa Vallejo ofrece al visitante varias habitaciones decoradas en un ambiente rústico moderno y un amplio surtido gastronómico fundamentado en la cocina castellanoleonesa y el asado tradicional. Patata rellena, canapés de gulas, un vaso con huevos y patatas o el jamón salmantino más sabroso son los pinchos que decoran la barra y degustan los paladares de este local.

Salamanca “para llevar”

Para terminar nuestra Salamanca “para llevar” apostamos por una última visita obligada en toda ruta fugaz que se precie en la capital charra. Sin salir del centro histórico y monumental, en una calle que une el Palacio de Monterrey con la Casa de las Conchas, encontramos La Galatea. Centro de reunión de familias y turistas los fines de semana, y escenario para grupos y estudiantes a diario, este pequeño local muestra pocos pinchos en su barra, pero dispone de una larga lista de tapas en sus pizarras y cartas. Magret de pato, croqueta de roquefort o de pistachos, brocheta de gambas, boletus con foie… las posibilidades son muchas, sabrosas y, sobre todo, creativas.

Continuamos la tarde paseando por la Rúa, viajando en el tiempo en el Huerto de Calixto y Melibea y llegando hasta la Casa Lis. Desde allí podemos acercarnos a la ribera del Tormes, admirar el maravilloso Puente Romano y continuar el paseo hasta la calle San Pablo y el Convento de San Esteban.

Tras descansar tomando un café o un helado en cualquier de las cientos de terrazas que ofrecen al visitante un escaparate improvisado de la vida de la ciudad, dejamos la última hora de la tarde para hacer unas compras en las Calles Zamora y Toro, sin olvidar las tradicionales tiendas de recuerdos y productos castellanoleoneses de la zona de la Rúa Antigua.

amanca desde las afueras

Noche de cena y cine

La primera hora de la noche nos lleva a Van Dick, zona de tapas bien conocida por la calidad de sus carnes y embutidos y frecuentada por jóvenes salmantinos y estudiantes cada noche, especialmente los fines de semana.

También es la parte de la ciudad a la que dan nombre sus cines, uno en cada acera, que ofrecen a los espectadores más exigentes el cine comercial  e independiente a partes iguales. Después de una buena sesión cinematográfica, ¡hay que ir a cenar!

Pincho de lomo en El Minutejo, SalamancaLa primera parada será en la misma calle Van Dick. Ahí tenemos decenas de opciones entre las que elegir, con un menú similar en cuanto a calidad y cantidad se refiere. El Mesón Minutejo, el Tenderete, el Bar Diego, La Parrilla o El Churrasco son buenos ejemplos de esta gastronomía. Con la caña o el vino pediremos un pincho moruno, un canapé de chorizo o el famoso lomo en salsa. A veces parece que toda la zona huele a este rico manjar. Eso sí, preparemos servilletas y no olvidemos comerlo con el plato debajo… más de uno se lleva un recuerdo en su camisa de la exquisita salsa de esta carne.

Otras opciones gastronómicas

Caminando por la misma calle y las aledañas, podemos continuar disfrutando de estas tapas carnívoras en cualquiera de sus locales. Jamón y queso, morcilla, chuleta de cordero… las posibilidades son muchas. Pero si no somos muy amigos de la carne, tenemos otras opciones gastronómicas.

Los pinchos de sepia y de gambas se ofrecen en la mayoría de sus barras, y si preferimos bacalao, la visita obligada nos lleva a La Taberna de la Portu, un viejo local regentado por un matrimonio de portugueses que ofrecen bacalao en todas sus modalidades: a bras, con nata, en buñuelos, en pastel… El sabor es exquisito, y la variedad de platos con un solo pescado, sorprendente.

Dejamos nuestra Salamanca, una vez más, con la nostalgia que nos aporta el pasado y la ilusión que nos brinda el presente.

Con un punto de tristeza pero con la memoria cargada de nuevas imágenes y recuerdos, nos hacemos una última instantánea de la Catedral a lo lejos, y prometemos volver. Sus calles, su gente, su historia, su gastronomía y su vida, lo merecen.

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Marta

Periodista, viajera infinita, vallisoletana de origen y madrileña de adopción.

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5 comentarios

  1. ¡Da en el clavo! A los que no hayan ido nunca a Salamanca les será de gran ayuda y a los que ya hemos estado nos sirve de recordatorio de todos estos lugares increíbles que tiene esta ciudad.

  2. Los que estudiastéis allì y los que ibamos…a veros casi cada semana y hicimos de Salamanca, casi nuestra propia ciudad! Recuerdos guardados en la memoria de aquellos años de estudiantes dònde nuestra libertad, era nuestra vida y nuestro fùturo es ahora nuestro presente.

  3. Mejor no se podía resumir la esencia de la ciudad. Buenos bares y buenas ideas para una visita de fin de semana, desde luego.

  4. Muy bueno! Recorre todos los lugares que un nuevo visitante no puede olvidar en su agenda. Las imágenes que quedan en tu memoria despues de visitar esta magnífica ciudad son dificiles de olvidar! Y para los que pasamos alli uno de los mejores momentosde nuestras vidas, este recorrido hace que se te pongan los pelos de punta al acordarte de cada momento vivido en cada esquina, en cada barra del bar y en cada lugar! Gracias marta por este pequeño homenaje charro!

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