La Costa Azul es un paraíso de colores. Envuelta en un ambiente caracterizado por la brisa mediterránea y la indiscutible combinación de azules que hacen honor a su nombre, ofrece también al viajero una amalgama de sabores que harán de la ruta una experiencia completa. Vamos a realizar un tour por los platos imprescindibles de la Costa Azul, desde su límite con la Provenza hasta los primeros escenarios de la vecina Italia.
Cocina mediterránea en la Costa Azul
La cocina francesa es variada, mediterránea, elaborada y basada en ingredientes naturales. Bajo todas estas premisas, los platos más interesantes que probamos en nuestro viaje por la Costa Azul son:
Mejillones al vapor. Son los típicos “moules” franceses que se sirven cocinados en decenas de especialidades distintas en braserías y restaurantes de la Costa Azul. Nosotros los probamos en el Cafe du Theatre, una bonita terraza situada en la plaza de la Comedie de Montpellier, donde elegimos unos à la crème y otros au roquefort. Suelen servirlo en una cazuela grande por ración y acompañarlos con patatas fritas.
Pescados elaborado. Su cercanía con el mar y los mercados tradicionales de comida que hay en cada pueblo y ciudad de la costa permiten que el pescado goce de una elevada calidad. En un precioso restaurante de cocina mediterránea en Niza, L´Authentic, probamos el filet de Saint Pierre sur son Risotto, un pescado muy suave cocinado al horno sobre una fina lámina de risotto buenísimo y cremoso. Junto a una ensalada Saint Marcellin, con rúcula, tostas, tomate y queso cheddar, fue una cena muy completa.
Y en el restaurante Le Jardin de Antibes, una pequeña localidad situada entre Niza y Cannes, elegimos loup grillée con verduras al horno y una sabrosa salsa, un plato quizá algo pequeño pero con muy buen sabor.
Socca y crêpes en Francia
Los crêpes franceses, dulces y salados, son una reconocida receta muy apropiada para comer, merendar o degustar en cualquier momento del día. En Niza los probamos en Le Clocher, en plena Vieille Ville, donde elegimos dos crêpes salados de queso, jamón y champiñones, y de pollo, cebolla y huevo. Una opción rápida y buena para cenar. No podíamos irnos de Niza sin probar la socca, un crêpe de harina de garbanzo que se ofrece en restaurantes y puestos callejeros, especialmente en el casco viejo de la ciudad. Junto a una quiche de calabacín y unas sardinas rebozadas, fue una comida rápida y apropiada para seguir recorriendo el precioso centro de Niza.
Pasta de calidad en la Costa Azul y Génova
El recorrido por la costa finalizó en Génova. Es una de las primeras ciudades de Italia a las que se llega conduciendo. Aunque es un destino que nos defraudó en cierto modo, encontramos un restaurante que merece ser destacado, incluso a pesar de que el nombre no evoca el más puro estilo italiano: Ristorante Red Bricks, una pizzería / pub que nos sorprendió por la calidad de su pasta y el agradable servicio. En este restaurante de Génova cenamos unos gnocchi al pesto y unos tortellini bufala buenísimos. Pasta fresca, auténtica y elaborada, además a muy buen precio.
Una ruta por la Costa Azul es un viaje precioso en cualquier época del año. Si además lo combinas con una buena variedad de platos franceses e italianos, el cóctel es perfecto 🙂
A continuación os dejamos las direcciones de algunos restaurantes mencionados en el post:
Cafe du Theatre
18 bis Rue Biscarra
06000 Niza (Francia)
L´Authentic
18 bis Rue Biscarra
06000 Niza (Francia)
Le Jardin
5, rue Sade
06600 Antibes (Francia)
Red Bricks
Via Corsica, 1R
16128 Génova (Italia)
