La Contraseña, en la calle Ponzano de Madrid
Llevábamos mucho tiempo queriendo visitar La Contraseña, en la calle Ponzano de Madrid. Habían sido varias veces las visitas para tomarnos una cañita antes de empezar la ronda de bares por la zona, pero nunca nos habíamos sentado a comer.
Lo conocemos desde su inicio, cuando tuvimos la mala suerte de probar una de sus tapas, unos supuestos pimientos rellenos de algo, pero que no sabían a nada y se podría decir que eran de lata. No nos gusta quedarnos con la primera impresión por lo que decidimos volver a dar otra oportunidad a su cocina.
Cenar en la calle Ponzano de Madrid
Con el calorcito de la capital lo que más apetece es comer algo refrescante por lo que nos apeteció tomar un salmorejo, con una textura cremosa, trocitos de jamón, huevito y frescura para el cuerpo.
También unas croquetas de Carabinero con salsa criolla, buenas de sabor pero con una bechamel bastante espesa para nuestro gusto. Siempre intentamos buscar que sean líquidas como las de Restaurante Casa Masip o La Cocina de Ramón.
Los rollitos crujientes de Capón Gallego con estaban bastante buenos, un bocado crujiente, muy poco graso y sabroso.
Hamburguesa vs entrecot en La Contraseña
La hamburguesa La Contraseña es uno de los platos que más nos gustaron de nuestra visita. La carne estaba jugosa y tenía sabor y, lo más importante, estaba como lo habíamos pedido «gritando la vaca». Los ingredientes de esta hamburguesa son cebolla confitada, tomates secos, parmesano y rúcula.
El entrecot de Buey con Padrón y patatas fue el punto negativo. Está claro que con la moda de las hamburguesas son muchos los restaurante que descuidan la calidad de sus carnes del entrecot y el chuletón, destinando las mejores piezas a este plato «fast food». No estaba nada bueno, la carne estaba un poco pasada, muy hecho y caro.
La Contraseña en calle Ponzano, en definitiva, es un local en el que destacamos el salmorejo y la hamburguesa entre otras opciones. El resto de platos son muy flojos, es un restaurante ‘más de lo mismo’ que se ve por Madrid en el que lo que hemos probado no nos ha enamorado. Pero está dentro de los restaurantes de moda de la capital dado que ahora la decoración prima por encima de la calidad de su cocina.