Comida rusa en Madrid, Gribok
Cuando piensas en comida rusa lo primero que viene a tu mente es la mítica ensaladilla. Al menos, nuestra imaginación no iba más allá antes de descubrir los secretos de la gastronomía eslava de la mano del restaurante Gribok, un lugar donde disfrutar de auténtica comida rusa en Madrid.
Situado en el barrio de Ventas (aunque próximamente se trasladarán al centro), el restaurante Gribok ofrece una extensa carta de comida y bebida eslava. Nos gustó mucho la amabilidad con la que el personal explica cada uno de los platos y la estupenda atención que recibimos durante toda la comida.
Gribok, comida rusa en Madrid
La carta del restaurante Gribok es un desfile de los platos más típicos de la zona eslava. Entre entrantes, sopas, carnes y pescados, este lugar tiene un elenco variado y completo, pero eso sí, es importante hacer caso a las recomendaciones del personal de Gribok.
Para abrir boca, y como siempre que en la carta hay cremas o sopas, no dudamos en “tirar de cuchara”. En este caso, elegimos sopa Schi, un clásico ruso de col y carne, que se sirve con nata agria. Muy, muy rica…
Seguimos con otro entrante. Tras dudar entre las diferentes variedades de ensaladilla (porque no hay sola una ensaladilla rusa…), nos decantamos por una típica eslava: el arenque abrigado. Se trata de una mezcla deliciosa de arenque, patata, zanahoria, cebolla, manzana, remolacha, huevo y mayonesa. Sin duda, una de las sorpresas del día que nos encantó.
Comida rusa típica
Continuamos con el filete estilo Kiev, una especie de croqueta gigante rellena de pollo, queso, mantequilla y eneldo. Nos gustó mucho por su sabor suave y su textura.
Otro plato recomendado fue el golubtsi, unos sobres de col rellenos de carne con arroz. Fue realmente uno de los platos que más nos llamó la atención de toda la comida, una opción muy recomendable.
El restaurante Gribok ofrece una amplia variedad de carnes y pesados, como el rulet, filetes rusos, pato estilo Praga, pescado estilo Moscú, guliash (guiso húngaro de carne con patatas y pimiento). La oferta es inmensa y proporcional a nuestras ganas de volver para seguir probando platos diferentes.
Los blinis son crepes rellenos salados o dulces. Entre las opciones saladas, hay blinis con carne huevo y cebolla; jamón york y queso; paté de berenjena o calabacín… También ofrecen blinis delicatesen, con caviar de salmón y nata agria; arenque y nata agria o salmón ahumado y queso azul.
En cuanto a las bebidas, elegimos un riquísimo zumo de arándanos (Mors) y cuentan, asimismo, con zumo de abedul, Kvuas (una bebida ucraniana de pan negro y levadura. Las cervezas merecen una mención aparte. Destacan las cervezas rusas (Báltika) o las checas (Staropramen).
Entre la variedad de postres se encuentran los blinis dulces o crepes rellenos de dulce de leche, miel con nata agria, manzana y canela, crema de cacao y mermelada de frutos del bosque. También cuentan con helado ruso, pan de especias, surtido de té o pastelitos patatilla, elaborados con galleta, leche condensada, mantequilla, cacao y licores. Para terminar, elegimos una riquísima tarta Napoleón que compartimos entre dos personas y nos resultó muy rica.
Restaurante Gribok
Dirección actual: Calle de Alejandro González, 8. Madrid
Tel.: 917 26 31 52