West 42nd, cocina fusión neoyorkina en Madrid
A la calle Lagasca ha llegado un nuevo concepto en el mundo de la restauración. Una nueva forma de hacer gastronomía. Y todo ello inspirado en la ciudad que nunca duerme. Es el restaurante West 42nd, cocina fusión neoyorkina en el barrio de Salamanca en Madrid.
La cocina fusión de Manhattan en Madrid
El West 42nd concept bar es un homenaje a la ciudad de los rascacielos que ofrece a sus clientes una apuesta muy particular: maridaje de sus platos con distintos cócteles. Además, podemos disfrutar allí del más característico brunch, de una amplia variedad de originales propuestas a la carta y de riquísimas tartas y postres caseros.
¿Y por qué West 42nd? En palabras de sus fundadores, tras muchos viajes a la Gran Manzana, “quisimos traer un trocito de la ciudad a Madrid”. West 42nd es el cruce entre Broadway y Times Square, una encrucijada de luces y teatros, de gentes y vidas, una concentración de arte y culturas. Es fusión. O la imagen más característica de la vorágine neoyorkina, que ya se ha hecho un hueco en la ciudad de Madrid.
Maridaje de platos y cócteles en el barrio de Salamanca
Hace unas semanas visitamos el West 42nd y disfrutamos de su apuesta por la cocina fusión neoyorkina, con una selección de platos creativos de la mano del chef Jeremy Levy. Comenzamos la comida con un aperitivo de sushi muy bien preparado, muy en la línea del resto de platos.
De primer plato probamos el tartar de atún recién cortado a cuchillo, cebolleta picada y Kimchee, una opción que ofrecen maridar con el Vodka Sichuan, combinado de vodka aromatizado a la pimienta japonesa Sichuan y Martini Dry. Somos muy aficionados a este plato y tenemos que decir que estaba perfecto, tanto en textura como en sabor.
El Bao Bum fue el segundo plato. Se trata de pan chino al vapor con langostinos especiados, cacahuetes, menta y sweet chili, una buenísima mezcla ligeramente picante. En esta ocasión, el cóctel recomendado es el Cúrcuma Sour, una ginebra aromatizada con jarabe de azúcar y zumo de limón.
Después llegó uno de los platos que más nos gustó, el usuzukuri de vieiras, que reservaba un sabor sorpresa: unos torreznos de calamar “marca de la casa”. El Apple Mule era el cóctel que acompañaba este plato, ron blanco, con jarabe de jengibre y zumos de lima y de manzana natural.
Por último, antes de dar paso a los postres, probamos los lingotes de cordero asado, con reducción de su jugo, hummus de remolacha y chutney de zanahorias especiadas. Maridado con el cóctel Bourbon Apple, con Bourbon, jarabe de jengibre, zumo de limón y zumo de manzana nautural, la carne resultó toda una consecución de sabor, un auténtico cordero lechal cargado de sofisticación.
Cheesecake West 42nd
Para terminar probamos dos postres: el primero, Cheesecake West 42nd, hecha con una espuma de quesos sobre una base de galleta salada, nutella, mango crispy, polvo de frambuesas y arándanos liofilizados.
Y también banofee, plátano y dulce de leche sobre base de galleta salada, crema de queso montada y peta zetas de chocolate. Ambas fueron dos propuestas increíbles, bastante dulces, pero a nosotros, que somos poco golosos, nos gustaron mucho.
Nuestra experiencia en el West 42nd fue inmejorable. Nos quedamos con ganas de probar su brunch o su característico café, por lo que volveremos en otra ocasión. Además, ofrece un menú diario con varias propuestas fundamentadas en su cocina fusión neoyorkina, por 12,80 euros. Y para los trabajadores de la zona, han lanzado su after hour cada día de 17 a 20 horas, en el que disfrutar de los mejores cócteles.
Restaurante West 42nd
Calle Lagasca, 11
Tfno.: 914 318 658
Precio: 30-35 euros por persona