Qué comer en Oporto y el norte de Portugal
Continuamos nuestra ruta por el país vecino y desde Lisboa viajamos hacia norte. Nos detenemos en la segunda ciudad más importante y os contamos dónde degustar el mejor bacalao, fransesinha y otros platos ricos de esta zona. Si quieres saber qué comer en Oporto y el norte de Portugal, pasa y coge mesa.
Bacalao portugués, en Oporto y Guimaraes
Hay cientos de posibles restaurantes en los que tomar bacalao en Oporto. Desde el centro más antiguo con auténticos locales, hasta la zona más turística de la bonita Ribera del Duero, pasando por el creciente barrio de Cedofeita o cruzando el puente hacia Gaia. Nosotros os hablaremos de uno en particular ya reconocido en esta ciudad, y otro en Guimaraes, a menos de 60 km. de distancia de Oporto. Dos rincones gastronómicos muy diferentes y que se rinden a ese encanto tan particular del país vecino.
Postigo do Carvao, Oporto
Si las terrazas de la Ribera te parecen demasiado turísticas, lo mejor es callejeary perderse por los rincones de detrás y apostar por uno de los locales más tradicionales. Es el caso de Postigo do Carvao. Con una decoración preciosa, este restaurante, situado en la Rua da Fonte Taurina, ofrece platos de altísima calidad a precios muy económicos.
Nosotros probamos el bacalao con nata (bacalhau com natas), presentado en una grandísima fuente de barro que conservaba estupendamente el calor. El sabor era espectacular. El pescado se deshacía en la boca y el toque a nata y queso completaban el plato.
También nos decidimos por probar una carne, en este caso el lombinho assado con batata, un lomo de cerdo troceado y muy tierno acompañado de patata panadera y pimientos. También resultó muy bueno y sobre todo contundente. Con estos dos platos comimos perfectamente dos personas. Además, nos pusieron un pequeño plato de arroz, para acompañar la carne, y una ensalada para el pescado.
Aparte de estas opciones, la carta era muy variada. Destacaba el pulpo y el famoso arroz de pato. Nos habían recomendado el restaurante por este plato en particular, pero ese día no lo tenían 🙁
Restaurante La Buxa, Guimaraes
En apenas una hora en coche desde Oporto, o una hora y media en tren, se llega a Guimaraes, una ciudad de visita obligada que regala un precioso paseo por el arte del siglo XII y del siglo XVI. Después de una ruta por sus calles más céntricas, sus bonitas plazas, el palacio de los duques de Braganza y el castillo, nos dirigimos a la plaza de Oliveira para elegir entre uno de los restaurantes que decoran el espacio con sus terrazas de colores.
Nos decidimos por La Buxa, por su carta y su bonita decoración. Allí encontramos una mesa muy espaciosa, íntima y con una bonita luz que llega desde un patio interior.
La carta es muy variada y queremos probar varias cosas, así que elegimos dos platos entrantes y dos principales. Para comenzar probamos la Morcilla de Mirandela, totalmente distinta a la que conocemos en España. Se trata de una de las especialidades de esta localidad portuguesa, hecha con una mezcla de varias carnes (aves y caza) y condimentos como el ajo. El sabor nos recuerda un poco a las migas, nos gusta bastante. También pedimos el queso con confitura, con un sabor medio, ni muy fuerte ni muy suave. Son buenas raciones.
De segundo nos lanzamos al bacalao. En esta ocasión, al horno con pan de Broa, un tipo de pan portugués parecido a la hogaza. Está muy sabroso. Viene acompañado con un poco de espinacas hervidas y quizá está un pelín aceitoso, pero se nota la buena calidad.
La francesinha, típico plato de la cocina portuguesa
A primera vista parece un simple sandwich, pero la francesinha es una comida de culto en el norte de Portugal. Se considera un plato completo en cuanto a nutrientes y sumamente delicioso por el secreto de su salsa. La receta, sencilla: pan de molde tostado con jamón y queso, además de chorizo, salchica u otros tipso de embutido, en ocasiones con solomillo, todo cubierto de queso gratinado y nadando sobre una saldsa picante. Curioso cuando menos, ¿verdad?
Probamos la francesinha en dos ocasiones en Oporto. La primera, en el restaurante Langostim, en el centro de la ciudad, un lugar que no destaca por su cocina ni por la atención al cliente, pero que ofrece una comida correcta y un precio medio. La francesinha era bastante buena, en este caso pedimos la básica y es suficiente para una cena.
La segunda francesinha la probamos en el Aviz, un conocido restaurante al que acuden diariamente portugueses y grupos de amigos, que se caracteriza por servir las mejores francesinhas de Oporto, en distintas modalidades. Nos decidimos por una con longaniza y otra con solomillo. Los platos nos gustaron bastante pero el restaurante en general no nos sorprendió.
Qué comer en Viana do Castelo, pequeña joya en el norte de Portugal
Finalizamos nuestro recorrido gastronómico por el norte de Portugal en esta pequeña localidad costera. Después de disfrutar de una mañana conociendo su centro antiguo, paseando por la calle comercial o tomando un chocolate caliente en alguna de sus pastelerías, elegimos para comer una marisquería con vistas al río Lima, O Sonho do Padrinho.
Pedimos arroz de pato pero volvemos a recibir una negativa. ¡Habrá que volver a Portugal para probarlo! Al final nos decidimos por unas bolas de bacalao y un bife de ternera a la plancha con patatas asadas y fritas. Una carne sabrosísima y tierna, cocinada al punto, como nos gusta.
Dejamos Portugal con algunas propuestas pendientes. Nos falta probar las variadas sopas que ofrecen en todos los restaurantes, además del ya mencionado arroz de pato y el pulpo, muy destacado también en cada una de las cartas. Esperamos que os guste esta ruta y os invitamos a descubrir la gastronomía del país vecino, siempre sabrosa y elaborada.